viernes, 10 de octubre de 2008

Detrás de las nubes, aparecen estrellas


Nuevas estrellas iluminan mi cielo en la oscuridad.
Comparten conmigo su luz y su energía; comparten saberes, risas, voces, silencios, ironías, sonidos, miedos, alegrías, fantasmas, manjares, luchas, miradas, versos, lágrimas, pasados, imágenes, proyectos, sonrisas, ideas, afectos, besos, abrazos, caricias... Comparten, compartimos, vida.
No saben todavía cómo han ido atravesando mis más negros nubarrones y que lo que yo comparto con ellxs no es nada comparado con lo que me dan.



"que t’acompanyin els ocells,
que t’acaronin els estels..."

"Laura" Lluis Llach

lunes, 6 de octubre de 2008

Del amor en la sociedad de clases


acciondirecta me envía estos versos del poeta surrealista Gherasim Luca:

"Todo es irrealizable en la odiosa
sociedad de clases, todo, incluido el amor
la respiración, el sueño, la sonrisa
el abrazo, todo, salvo la realidad
incandescente del devenir".

Mi respuesta:

"Pensarlo me hace sentirlo insoportable. Resistir, destruir, transformar y construir solo lo siento posible si el amor es, ahora, presente".

acciondirecta, siempre sublime, me puntualiza:

"Si el amor es posible en el presente es porque ciertas relaciones personales no reproducen relaciones propias de la odiosa sociedad de clases. Porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones y en nuestros puños".

Gracias acciondirecta. Salud a lxs que aman y luchan.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Ni público ni privado... colectivizado

A principios del verano tuve que experimentar en mis carnes los efectos de la privatización. Nunca mejor dicho lo de experimentar. Mi ambulatorio de especialidades, Pontones, es el primero en ser privatizado por el gobierno de la Comunidad de Madrid.
He de reconocer que ya iba calentito y predispuesto, pero la realidad superó a mi maligna imaginación. La reforma ha comenzado en la cuarta planta, paredes forradas de madera, en plan escandinavo (luego entenderéis por qué), sin señalización de especialidades, solo números en las puertas. Varias salas de espera abiertas y en cada una de ellas una pantalla plana de televisión, con volumen, cada una sintonizada con una cadena distinta, con lo que si te sientas, como yo hice, fatal error, en el pasillo entre dos salas de espera, tienes que aguantar los programas de sobremesa de varias cadenas a la vez.
Comienza la consulta. Pruebas diágnosticas (no invasivas por suerte) que no tienen que ver con mi patología. Vuelta a esperar. Retraso de más de media hora de las médicas. Pijas de mirada sobre tu hombro, con discurso condescendiente y sermoneante. No tienen la historia médica, todo un interrogatorio para reconstruirla. Y me cuenta qué patología tengo con todo detalle y en qué consiste el tratamiento a pesar de que la interrumpo varias veces para aclararle que yo iba a una revisión y ya me conozco la patología desde hace dos años. Ni caso, ella sigue. Total, para decirme que no necesito ir a más revisiones salvo que empeore. Extraño, mi médica anterior a la privatización me hacía ir cada mes o dos meses por la gravedad de la patología. Trato de explicarle que cuando empeoro tengo que ir directamente a urgencias, pero ni caso, por lo visto no venía en su libro de su superpijauniversidad, o le han dado instrucciones de que aligere las listas de pacientes que van a consulta. Para rematar, tras su despedida y al recordarle yo que no me ha dado las recetas, sorpresa, me aclara que no puede darme recetas. Claro, una médica privada no puede emitir recetas del sistema público. Eso supone tener que ir más veces a mi centro de salud, que se va a saturar más de lo que ya está.
La mandé a la mierda y en atención al paciente presenté dos reclamaciones, una por la atención recibida y otra contra la privatización. Llegó la respuesta y no, como era de esperar de la Consejería de Sanidad, si no de la misma empresa. Os lo podéis imaginar, respuesta tipo.
La privatización ha supuesto la cesión de la gestión y atención en el ambulatorio a la empresa Capio, de origen escandinavo, ahora propiedad del fondo de capital riesgo Apax Partners. Dicha empresa es propietaria ya de catorce hospitales en España, entre ellos mi hospital de referencia, la Jiménez Díaz, una de cuyas médicas en una ocasión me recetó un antibiótico siendo yo alérgico. El fondo de capital riesgo al que ahora pertenece no tiene ningún fin benéfico, precisamente, ni busca favorecer la mejora de la situación sanitaria del mundo mundial. Forma parte del entramado especulativo financiero capitalista causante, junto con los gobiernos, del agravamiento actual de la crisis (fase provocada cíclicamente por el capitalismo, por el poder, para hacer caja, y como excusa para adoptar regulaciones más drásticas) y es o ha sido propietaria en todo o en parte de empresas con fines tan dispares como Panrico, Adidas, Vueling, etc. Es decir, dicha empresa, Capio no tiene como fin contribuir a garantizar y mejorar la salud de la población de Madrid, sino enriquecerse a su costa y al menor coste, y contribuir a la transferencia de fondos públicos a las manos de unxs pocxs inversionistas a los que les importa un bledo nuestra salud.
La privatización ha implicado el traslado forzoso de casi todo el personal del centro y el que queda lo sufrirá próximamente. Incluso las analíticas se remiten a un centro privado, dependiente de Capio, a pesar de haber un laboratorio propio en el ambulatorio.
No voy a caer en la descalificación facilona del gobierno del PP y lo malvada que es la "derecha". Estas medidas se enmarcan en el desarrollo de una legislación básica aprobada por el gobierno-parlamento estatal del PPPSOEIUCIUPNVERC... (todxs son lo mismo) y se aplican en comunidades autónomas con gobiernos de distintos colores. Unos y otros, más lento o más despacio, gobiernan de manera que van repartiendo el pastel entre sus distintos amiguetes o grupos financieros para los que en realidad trabajan; como todo gobierno. Así ocurre en la sanidad como en la enseñanza o en los servicios sociales.
Tampoco voy a caer en la defensa a ultranza del mal llamado "Estado de Bienestar" y de los servicios "públicos", pues tanto uno como los otros no se crearon sino como sistema de apaciguamiento y contención del espíritu revolucionario y de lucha obrera que todavía perduraba al final de la segunda guerra mundial en Europa. Estoy en contra de las privatizaciones, pero lo existente, mal llamado "público", ha demostrado durante décadas que tampoco sirve para satisfacer todas las necesidades de todas las personas, y que es utilizado como sistema de obtención de renta política a través del voto.
Todo ello con la colaboración y el beneplacito de los sindicatos oficiales, subvencionados, vendidos, adocenados, instrumentos del estado y el capital para mantener la paz social que asegure la estabilidad de las inversiones. En Madrid, firmaron y apoyaron la reforma del sistema sanitario y la nueva zonificación, eso sí, hasta un poco antes de las elecciones, cuando comenzaron a escenificar su aparente "oposición".
Unos servicios colectivizados, organizados y autogestionados por lxs propixs trabajadorxs, en coordinación con lxs usuarixs, también auto-organizadxs, serían la única forma de garantizar que no intervienen otros intereses, sean del poder político o financiero, ajenos a los de la sociedad y de las personas que la conforman.
La Revolución Social de 1936 a 1939 demostró que su implementación es posible. Aconsejo leer, para comenzar, el número especial que sobre la Revolución Social publicó el periódico anarquista "Tierra y Libertad" (leer aquí). Y a nivel teórico, "La Conquista del Pan" por Kropotkin. Quizá no lo mejor de dicho autor, pero sencillo para iniciarse en el conocimiento del comunismo libertario.
Sugiero leer también un texto de mi sindicato, CNT, elaborado con ocasión del comienzo de las movilizaciones contra la privatización de los servicios (leer aquí) y el documento recién elaborado sobre el sector de la sanidad (leer aquí)
Volviendo al ámbito concreto de la salud, a nivel personal, ya hace años que comencé a recuperar la gestión de mi propia salud, de mi propio cuerpo, a través de la alimentación y la medicina natural. Solo recurro a la medicina oficial como complemento en patologías agudas o en caso de urgencias, y lo haré aún menos a partir de ahora. Si quieres saber algo sobre sobre la autogestión de la salud puedes comenzar por aquí.
Seguiremos luchando.

martes, 9 de septiembre de 2008

Huecos en mi biografía (I)


"Cada ausencia es un turno de un escondite macabro:
de cara a la pared, vamos contando los kilómetros,
los años y los sueños que extravió la distancia.
Y al dar vuelta hay jugadores que ya nunca aparecen".
Juan Antonio Bermúdez, "Compañero Enemigo"


"Si llega la dama, ya no hay más oportunidades,
se quedan en tinteros sentimientos y verdades,
ese millón de cosas en las que piensas a solas,
murmullo interminable como el ruido de las olas".
[...] Folie à Trois

miércoles, 20 de agosto de 2008

En días de lluvia por dentro...




"De todos los pozos se puede salir cuando se enciende la curiosidad por saber lo que estará pasando fuera mientras uno se hunde".

Carmen Martín Gaite: "Nubosidad Variable"

martes, 12 de agosto de 2008

La agresión de ayer, la lucha de hoy


Londres, hace ya unos veinte años. Dos conocidos, amigos de un amigo, me mostraban la ciudad de noche. Una cena en un sitio barato, plazas y calles de la city atestadas; contemplamos los grupos y tribus en Picadilly Circus, el lugar donde ellos, dos tíos, se habían conocido, y se besan recordándolo, ajenos a que nosotros también éramos observados.
Entramos en St. James Park, haciendo tiempo para ir a un garito. Una sensación en la nuca, una mirada hacia atrás, un grupo que nos sigue. Segundos después ya no hay tiempo para mirar atrás. El puñetazo en la cara, los gritos, las carreras, el puñetazo en el estómago.
En la oscuridad, la ficción se convierte en realidad, lo habían aprendido en muchas películas, supongo. Valientes, ellos. Uno me sujeta los brazos mientras el otro golpea, desahogando no sé bien que frustraciones, mi cara. Aburridos ya, continuan con la otra variante clásica. Empujón al suelo y patadas a mi cuerpo, que yo ya no sentía, refugiado, fetal, en el vientre materno.

Tuve suerte, me contaron después, lo habitual es que acabaran sacando la navaja. Mis amigos habían conseguido escapar y avisar a la policía, que alguna vez, pocas, hace algo útil. Detenidos inicialmente los cuatro, solo uno fue procesado. Era militar; sí, militar. Como el que asesinó a Carlos Palomino.
El daño físico, a pesar de lo aparatoso, fue leve. El tabique nasal algo perjudicado, todavía me dificulta respirar por un lado de la nariz. Mi cuerpo cambió de color y se convirtió en morado. Mi cara, no fui capaz de mirarla en el espejo durante una semana, la misma que permanecí encerrado sin atreverme a salir a la calle. Todavía sufro fobia a ir solo de noche por la calle y en el metro, lo cual me limita en mis relaciones y en mi ocio.
A pesar de ello, no consiguieron su objetivo, si es que tenían alguno. Mi rechazo a la violencia que no sea totalmente justificada como autodefensa, proporcionada y oportuna era y es total. Más si cabe después de haber sentido su absurdo en mi propio cuerpo. Mi evolución ideológica caminó y camina hacia posiciones cada vez más contrapuestas al fascismo. También aprendí que el amor les duele y he mostrado siempre mi afecto públicamente por la calle a mi chico o a mi amigo.
Y tampoco me dejé ni me dejo llevar por la venganza ciega y puedo ver que el árbol es parte del bosque. Son meras marionetas de distracción. Las acciones contra ellos no tienen una utilidad práctica salvo la del desahogo personal, al menos por sí solas. Se dispersan fuerzas y esfuerzos.
Lxs fascistas que hacen daño de verdad llevan traje y corbata o chaqueta de pana, hablan de progreso y democracia, de libre mercado y de matrimonio gay, de alianza de civilizaciones y de leyes de extranjería. Contra ellxs desahogo mi furia y mi rabia en forma de lucha organizada, donde más les duele, en el sindicato, CNT-AIT (CNT-Enseñanza Madrid), y en forma de lucha individual, en el día a día, pensando, formándome, diciendo lo que pienso y lo que siento (o al menos, intentándolo), buscando la coherencia, compartiendo, cuidando y cuidándome y amando, luchando. Sabiendo que es una lucha a largo plazo.
"Busco la paz y el conflicto" (mp3)

domingo, 10 de agosto de 2008

Mandamiento


Amar a cada uno por su nombre

en un idioma impar, íntimo código
en el que cada sílaba sea un mimo.

Amar a cada cual por la manera
intrépida o celosa de apretar
el paso en la borrasca y por el cúmulo
de discapacidades que lo azoran.

Amar a cada prójimo en su fe
por la ráfaga débil que lo surca,
por sus contradicciones, sus bostezos
y el temblor de sus piernas entumidas.

Amar a contrapelo, amar a ciegas,
celebrar que tendemos hacia el otro
el pulso, sin que nadie nos lo mande.

Juan Antonio Bermúdez, "Compañero Enemigo"

"El amor y la vergüenza son revolucionarios", G.

domingo, 27 de julio de 2008

La anarquista y activista transexual Rosa Pazos ha sido asesinada


Puedes leer la noticia en CNT-Sevilla.

Pérdidas... Y descubrimientos

Es esta para mí una época de pérdidas. Pero afortunadamente aprendo a vivirlas dejando vía libre a descubrimientos, que hacen que esas pérdidas quizá no lo sean tanto, o dejen de serlo. En cualquier caso lo vivido ahí está, siempre deja rastro.

Los caminos para descubrir son insospechados. El último me llevó, como por casualidad, a donde puedes tú ir si quieres ESCUCHAR...

martes, 22 de julio de 2008

Pérdidas


"Y sabré acariciar las nuevas flores
porque tú me enseñaste la ternura"

Neruda

miércoles, 16 de julio de 2008

martes, 15 de julio de 2008

Escuchar

Esa manía que tengo de escuchar cuando alguien me habla.
¿Y dónde se aprende eso? - preguntó.
La timidez es buena maestra. Los silencios se llenan con la palabra de lxs otrxs. Prestas atención, casi animando a que sigan hablando para no tener que hacerlo tú.
El defecto se va convirtiendo en virtud. Los años dan algo de coraje. Y las circunstancias, si tienes suerte, te hacen consciente y afrontas tus carencias.
Cierta vocación social y unos estudios reglados de trabajo social dan recursos técnicos para una escucha profesional.
Unos años de psicoterapia (y de trabajo personal) en los que lo que ya regalabas a otrxs aprendes a hacerlo contigx mismx, a escucharte, tu corazón y tu razón, si es que son algo distinto. Aprendes a poner fin a la palabra ajena cuando te daña y a convertir la que te enriquece en una relación de igual a igual, a transformar las palabras en amor, amistad, cuidado, placer, lucha y transformación social.
Pararte, mirar a sus ojos, sentirle y dejar que sus palabras te lleguen. Saber esperar. Sentir y pensar sus palabras. Entonces, segundos o días después, respondes.
Pero hay algo esencial. La otra persona es libre e igual a ti. Y será siempre desde el respeto desde donde le podrás escuchar. Y sin escucha, no hay respeto.
La escucha, hay que tener en cuenta, es esencial en la amistad y en el amor. Y viceversa.

Gobiernos xenófobos

18 meses de cárcel por una falta administrativa, sin juicio ni garantías. Menores sacados de la escuela y expulsados a un país que no conocen. Controles biométricos.
Te miro y me reconozco; nuestras diferencias nos hacen iguales. Ellos nos legalizan diferentes, construyen nuestros miedos, diseñan nuestros odios, arman prejuicios.
En la oscuridad, todos los gatos somos pardos. Encrespémonos, saquemos nuestras uñas, desahoguemos, juntos, la rabia.
Y vomitémosles encima del asco que provoca su fascismo disfrazado de socialdemocracia o de social-liberalismo.
¿Derecho a voto? Botémosles.

Contradicciones

Juzgamos a lxs otrxs como el más implacable tribunal. Exigimos la pureza ideológica, la coherencia ética, los medios justamente proporcionales a sus fines... Imposible no cumplir con la "etiqueta" que le señala o que se ha autoimpuesto.
Conocer nuestras propias contradicciones, reconocerlas, asumirlas y, desde luego, compartirlas, nos ayuda a no juzgar a lxs demás.
Las contradicciones son signo de imperfección y ésta de humanidad. Nos hacen pues menos uniformes y más diversxs. Somos, con ellas, más persona.
Aquí una de mis contradicciones en forma de sonidos: PINCHA, escucha, observa, muévete...
No intentéis etiquetarme. Lo vais a tener difícil.

Público, privado... compartido

Millones de personas se lanzan a expresarse en la red a través de sus páginas y blogs. Se debate sobre el ámbito público y el privado de cada persona, sobre los límites de la intimidad y los límites de la “desnudez” ante una audiencia mundial.

Yo no me planteo qué es público y privado en mi vida. Como persona libre y asumiendo la responsabilidad sobre mi vida decido compartir aspectos, hechos, momentos, sensaciones, pensamientos de mi vida. Unos los comparto ya con la gente cercana. Otros comienzo ahora a compartirlos en este blog. Unos os parecerán más privados, con otros pensaréis que no hablo de mí en absoluto. Pero todos serán “yo” en cuanto que serán subjetivos.

Yo soy libre y decido qué compartir en mi vida y con quién. De momento, no comparto mi nombre ni mi imagen. Tengo la duda de si ello es posible en un mundo en el que la represión sobre las ideas y las voces aumenta. Pero quizá decida asumir más riesgos y me plantee “dar la cara”.

Quedo abierto a compartir vuestros comentarios, pero este blog es parte de mi vida y, por tanto, yo decido cuáles permanecen y cuáles no. Siempre puedes crear tu propio blog para criticar los ajenos.

Finalmente, lo que busco, como digo en mi descripción, es construir, compartiendo, el camino hacia Anarres.

¿Anarres?